Amanecer Espiritual

CAPITULO DIECISEIS

Conjunciones

Núcleos

Núcleos Cristicos


Conjunciones


Los seres que están experimentando en planos físicos hermanados en afinidad vibratoria que logran un determinado desarrollo del aspecto de fraternidad, facultad que les permite ayudarse mutuamente, se unen en el espacio para ayudarse en sus superaciones y en las tareas espirituales que les corresponda.
Esa unión en el espacio, en el plano espiritual al que pertenecen, se denomina “Conjunción” que en la primera etapa la llamaremos “Conjunción básica”, que es la unión de dos seres.
Tengamos bien en cuenta que solo se unen para esa ayuda mutua, y por afinidad vibratoria.
Repasemos que la afinidad vibratoria proviene ya desde nuestro “nacimiento”, es decir, desde el momento en que nacemos de la Divinidad como un haz de luz brillante formado por “pequeñas chispas divinas”, y ese “impulso de nacimiento” es el que nos hermana, es el que marca desde ese momento cierta afinidad vibratoria por el solo hecho de haber nacido en esa misma oleada de vida. Luego esa afinidad vibratoria se ira acrecentando con el hecho de compartir el desarrollo de nuestras facultades y poderes.
Debemos definir “Conjunciones”. No es un lugar en el plano espiritual sino que es el acercamiento de dos o más seres que se unen para ayudarse mutuamente en las encarnaciones que les correspondan.
Hacemos hincapié en que se unen porque en otra parte de nuestra trayectoria evolutiva nos unificaremos, que es totalmente distinto a unirse.
Estas conjunciones se forman en los planos espirituales y abarca todo el Universo, no importa que tipo de experiencias realicen.
La fraternidad es un atributo del ser desde su nacimiento que tiene que ir desarrollando y practicando sea cual fuere el lugar del universo donde le toque experimentar por lo tanto se ayudarán dentro de sus propias experiencias.
La cantidad de conjunciones es infinita como infinito es el universo. Pensemos que deben abarcar la existencia de seres en todas las galaxias, sistemas y soles que existen.
Esas oleadas de seres que “nacen” se ubican en determinados sectores del universo, soles, galaxias y sistemas, de acuerdo a la “calidad” vibratoria con que nacen. Esa calidad vibratoria esta dada por el impulso de nacimiento que es el que los ubica donde corresponde.
Como ejemplo podemos hacer lo siguiente: tomemos unas cuantas bolitas en nuestra mano y arrojémoslas sobre una superficie; observaremos que cada una de ellas se ubica en un lugar distinto de esa superficie, unas más cercas, otras más lejos, algunas agrupadas, otras no. ¿Que hace la diferencia? El impulso de la acción de arrojar. Ese impulso tiene distintas respuestas de las bolitas, así también el impulso de nacimiento tiene distintos resultados en el grupo de seres embrionarios que nacen ubicándose en distintos sectores del universo y por lo tanto agrupándose en cada uno de ellos.
Esa diferencia de sector hace que los seres pasen por distintas experiencias de acuerdo a los medios que presenta cada sector, pero como la Divinidad es justicia, esas experiencias son totalmente equivalentes, es decir no representa ninguna prerrogativa para los seres de acuerdo al sector que les tocó.
Para que quede más claro, dentro de lo que nosotros conocemos, podemos ejemplificar de qué manera se forma una conjunción y como actúa:
El espíritu “a” tiene superado en alguna medida el aspecto de la envidia pero le falta trabajar sobre el rencor. El espíritu “b” tiene superado en alguna medida el aspecto de rencor pero le falta trabajar sobre la envidia. Y además estos seres deben cumplir cada uno de ellos con una tarea espiritual por lo tanto también se unen para ayudarse en la misma.
Entonces se unen en el plano espiritual, antes de encarnar, formando una “conjunción básica” y siempre por afinidad vibratoria. Luego encarna uno solo de ellos dos y el otro permanece en el plano espiritual ayudando a quien encarnó enviándole fuerzas y sugerencias ya que el aspecto sobre el cual va a trabajar el ser encarnado él ya logro una buena parte y esta entonces en condiciones de ayudar.
Para ampliar este concepto podemos decir que esta conjunción trabaja hasta que ambos seres hayan logrado superar cada uno el aspecto para el cual se conformó. Luego seguirá trabajando esa conjunción con otro aspecto o formarán una nueva conjunción con otro ser para otro aspecto.
Por ejemplo: Encarna el espíritu “b” para trabajar sobre la envidia y para realizar una tarea sobre la ciencia. Permanece en la conjunción el espíritu “a” que como tiene avances logrados sobre la envidia puede ayudar fraternalmente al espíritu “b” en ese aspecto y también en la tarea. Una vez que el espíritu “b” termina su experiencia y vuelve a la conjunción encarna el espíritu “a” para trabajar sobre el rencor y realizar una tarea sobre el arte. Permanece en la conjunción el espíritu “b” que como tiene avances logrados sobre el rencor puede ayudar fraternalmente al espíritu “a” en ese aspecto y también en la tarea.
Esto puede llevar varias encarnaciones de cada uno de los seres pues siempre está presente el libre albedrío y puede hacer o no el esfuerzo necesario para lograrlo en una sola encarnación o llevarle varias, pero siempre encarnan de a uno a la vez pues siempre debe de haber un espíritu en la conjunción, en el espacio, para poder ayudar.
Debemos tener en cuenta que no solo se encarna para hacer una determinada experiencia sino que siempre que se encarna está la finalidad de realizar una tarea espiritual acorde con nuestro punto evolutivo. En esto además se ayuda desde la conjunción. No solo se apoyan en las superaciones sino también en las tareas espirituales a realizar enviando las fuerzas necesarias para cumplir con lo planeado.
En todas las conjunciones se pueden ir intercambiando los seres de acuerdo a las superaciones que logren cada uno de ellos. Esto significa que cada ser evoluciona y progresa por su propia cuenta, pero si uno de ellos se retrasa en la evolución no es un obstáculo para que el otro pueda seguir su camino. En este caso el ser que se ha desarrollado avanza a una nueva conjunción acorde a su nuevo punto evolutivo y ocupa su lugar otro ser que esté en consonancia con el ser que queda y su necesidad evolutiva.
Comienza de esta manera a manifestarse la Fraternidad Universal. Todos los seres conforman las conjunciones animados por esa fraternidad.
A medida que los seres van avanzando son cada vez mayores y mas complejas las experiencias y de mayor envergadura las tareas espirituales, por lo tanto es mayor la necesidad de apoyarse los unos a los otros. A medida que avanzan van formando conjunciones con mayor cantidad de integrantes necesarios para las nuevas experiencias.
Así se forman las “Conjunciones Mayores” que no son nada más que la unión de varias “Conjunciones Básicas”.
Debemos refrescar que estos avances en la conformación de las conjunciones tiene que ver con el punto evolutivo logrado por cada ser. A mayor punto evolutivo mayor será la conjunción a integrar.
Llegado los seres a la ultima etapa de su experiencia dentro de las “Conjunciones Mayores” forman las denominadas “Conjunciones Superiores” donde en cada una de ellas se unen varias “Conjunciones Mayores”.
Tanto en las “Conjunciones Mayores” como en las “Conjunciones Superiores” donde la cantidad de seres es importante, pueden encarnar varios seres a la vez pero deben siempre quedar en el plano espiritual varios seres también que apoyarán a esas encarnaciones.
Debemos recordar que los seres que encarnan en los planos de forma han llegado a la máxima diversificación de sus vibraciones, por lo tanto a partir de ese momento comienza el trabajo o karma de unificar nuevamente sus propias vibraciones.
Aquí ampliaremos la definición de karma, karma significa “trabajo”: debemos definir un Karma con mayúscula que es el trabajo a realizar para el desarrollo de todas las facultades inherentes a nuestra esencia divina y un karma con minúscula que es el cúmulo de todos los errores cometidos en nuestras experiencias y que debemos ir revirtiendo..
Se entiende que cuando el ser llega a integrar una “Conjunción Superior” es la última etapa de la unificación de sus vibraciones individuales, de la unificación de sus propias vibraciones.
Estas conjunciones se manifiestan en el plano humano en la conformación de grupos como ser, familias, sociedades, razas, etc., donde se manifiesta esta afinidad vibratoria en el apoyo que se brindan mutuamente en sus logros individuales.
Podemos asemejar las conjunciones con la formación humana de “mutual” que es donde se unen dos o más seres para así poder coadyuvar al logro individual de metas de cada uno de ellos recíprocamente.
Definición de Mutual: Una mutualidad, mutua o mutual es una entidad sin ánimo de lucro constituida bajo los principios de la solidaridad y la ayuda mutua en las que unas personas se unen voluntariamente para tener acceso a unos servicios basados en la confianza y la reciprocidad.



Núcleos



Terminada la etapa de unificación de las vibraciones individuales de cada ser, dada a través de la integración de conjunciones, comienza la etapa de Unificación de vibraciones entre los seres.
Esto significa que un grupo de seres, por afinidad vibratoria, pueden unificar sus vibraciones pero sin perder su individualidad. Cada ser sigue siendo por si mismo.
Para aclarar un poco más diremos que en las conjunciones los seres se unen, es decir que se colocan uno al lado de otro, en cambio en esta nueva etapa sus vibraciones se unifican, quiere decir que las vibraciones de los seres integrantes del Núcleo unifican sus vibraciones entre sí formando una nueva vibración como resultado de la suma de todas.
Estos aspectos que se unifican son las vibraciones que los seres han ido desarrollando y adquiriendo a través de las experiencias como lo son la Fraternidad, el Amor, la Humildad, la Voluntad, el Poder de Acción, etc., conformando un nuevo aspecto más potente, con mayor fuerza, capaz de realizar tareas espirituales de una envergadura tal que no podría ser realizada por cada uno de los seres por sí mismo.
Repetimos, no se unifica la esencia del ser, no se unifica el ser mismo, solo se unifican las vibraciones que rodean a su esencia. El ser sigue siendo. Unifican sus fuerzas.
En esta nueva etapa se forman los Núcleos que, a diferencia de las conjunciones, son espacios definidos en el plano espiritual ocupados por infinidad de seres dispuestos, por afinidad vibratoria, a unificar sus vibraciones.
Estos espacios son fijos, es decir que los seres entran y salen de los Núcleos según sus necesidades y según la evolución alcanzada. Pueden moverse en grupos una vez unificadas sus vibraciones.
Daremos un ejemplo humano: cada Núcleo es un aula donde se experimenta un determinado año escolar. Aprendido ese año escolar el conjunto de estudiantes pasa a otra aula para el año escolar siguiente. Así el conjunto recorre los grados y en cada uno de ellos puede ser que alguno se quede en el camino y que otros nuevos ingresen.
Volvemos a reiterar la fundamental diferencia entre Núcleos y conjunciones. En los Núcleos los seres que lo integran unifican sus vibraciones de unos con otros generando vibraciones más potentes, con más energía, en cambio en las conjunciones solo se unen para ayudarse mutuamente. Además los Núcleos son espacios determinados en el plano y las conjunciones no.
Los seres que llegan a la etapa de unificación con otros seres son aquellos que ya han logrado todas las superaciones del amor propio como ser la vanidad, el orgullo, la envidia, los celos, el egoísmo, el fanatismo, el odio, la crítica, el rencor, etc. que son las que realizamos en las conjunciones. Solo así pueden comenzar a integrar un Núcleo.
Esto quiere decir que a partir del punto evolutivo alcanzado por los seres en este nivel solo encarnan para realizar tareas espirituales, ya que no necesitan experimentar para realizar superaciones. Sí necesitan realizar tareas de amor para seguir progresando y evolucionando.
Demás esta decir que ya no tienen ningún karma que revertir pendiente porque de acuerdo al punto evolutivo alcanzado ya no se equivocan nunca más, solo hacen tareas de amor.
Los Núcleos también se ubican en los planos espirituales de menor a mayor evolución.
Estos Núcleos en realidad comienzan en los planos espirituales y se extienden hasta los planos Divinos.
Cada Núcleo abarca un máximo y un mínimo de puntos evolutivos y obtiene su propio punto determinado por el promedio de los puntos evolutivos de los seres que lo integran. Aquí también se manifiesta la Fraternidad pues los seres de mayor evolución permiten que lo seres de menor evolución actúen compensados en alguna medida por su vibración superior, es decir que los seres de menor evolución participan de tareas que no podrían hacer con su propio punto evolutivo beneficiándose de esa manera.
Este punto evolutivo de cada Núcleo lo ubica con relación a otros Núcleos en una posición jerárquica que es solamente la responsabilidad de ayudar al de menor jerarquía.
Tenemos así tres tipos de Núcleos: los Núcleos Básicos, los Núcleos en Proceso de Cristificación y los Núcleos Cristicos.
Los dos primeros se ubican en los Planos Espirituales y el último en los Planos Divinos.
Por lo general los Núcleos Básicos responden a necesidades puntuales de un ser, o grupo de seres, una humanidad entera, una raza, un pueblo, etc. En el caso individual el Núcleo hace llegar a ese ser la vibración de acuerdo siempre a su punto evolutivo y a su posibilidad de absorción. En el caso de tratarse de un grupo de seres, actúa la afinidad vibratoria recibiéndola el ser que mayor afinidad tenga con la vibración a recibir y por lo tanto estar en mejores condiciones para irradiarla a su grupo.
Estos Núcleos que están ubicados en los planos espirituales como responden a necesidades básicas para las cuales están preparados para la respuesta por haber acumulado las experiencias en el mismo sector del universo par el cual trabajan, envían sus vibraciones a los seres que reclaman esa respuesta y como los mismos se encuentran ubicados en los mismos planos espirituales no necesitan hacer encarnar a uno de sus componentes para que la vibración llegue a su destino. El ser o grupo de seres al hacer el pedido automáticamente se ponen en afinidad vibratoria para recibir la respuesta.
Los seres de los Núcleos en Proceso de Cristificación es el punto inmediato anterior en los Planos Espirituales antes de constituir un Núcleo Crístico ya en Planos Divinos.
Estos seres en Proceso de Cristificación cumplen la función de “Mentes Guías”.
Como los seres que conforman los Núcleos en proceso de Cristificación luego pasan a conforman un Núcleo Crístico deben empezar a tomar contacto con Vibraciones Crísticas para luego incorporarse a ellas o sea que la Tarea de Mente guía las hacen los Núcleos en Proceso de Cristificación en contacto con los Núcleos Cristicos correspondientes.
En el caso de los “embriones divinos” ayudando a la conformación de su alma grupal y a la selección de sus experiencias que son manejadas por estas mentes, dado que todavía no tienen ningún atisbo de su individualidad.
En el caso de las “semiconsciencias” su ayuda permite que el ser vaya tomando mas conciencia de su individualidad haciéndolos experimentar cada vez en formas mas complejas.
En estos dos casos las experiencias están determinadas por la Ley de Evolución ya que aquí no se ejerce aun el Discernimiento ni el Libre Albedrío ni la Voluntad.
En el caso de las “conciencias plenas” actúan con más intensidad en las primeras encarnaciones donde los seres van poco a poco reforzando su individualidad. En las primeras experiencias donde el discernimiento y el libre albedrío están presentes todavía en forma rudimentaria, inducen a los seres para que determinen que experiencias les conviene realizar, de acuerdo a su punto evolutivo, para su mejor evolución y desarrollo.
Decimos que inducen porque no pueden actuar directamente sobre el aspecto mental de los seres con conciencia individual aunque esta sea rudimentaria.
Incluso los seres primitivos son ayudados durante su encarnación para lograr una buena experiencia y seguir evolucionando y progresando.
Esta enorme Tarea permite a los seres integrantes del Núcleo en Proceso de Cristificación evolucionar y progresar para llegar a ocupar un lugar en el Plano Divino en un Núcleo Crístico.
Ese Núcleo Crístico puede ser uno ya existente con el que estuvieron en contacto durante sus tareas o en un nuevo Núcleo Crístico si así fuera necesario formar para ese sector del universo.



Núcleos Cristicos



Un Núcleo Crístico es un Núcleo formado en los Planos Divinos y conformado por seres que provienen de determinado sector del universo y que se constituye en Mentor y Guía de las humanidades en el que van a hacer sus experiencias los “embriones divinos” en todas sus etapas.
Los Núcleos Cristicos tienen como tarea espiritual la ayuda a la evolución de las humanidades y a la evolución física de los planetas, soles, sistemas y galaxias que tienen que ver con la necesidad de experiencia de los seres que están realizando su trayectoria evolutiva y que necesitan que su entorno también evolucione para tener las experiencias necesarias.
Atienden las necesidades evolutivas de todo el universo.
En estos Planos Divinos comienza una nueva Etapa Espiritual que es la Etapa de Reintegración.
Esta etapa significa Reintegrarse a la Divinidad de la cual partimos. Si bien transcurre en Planos Divinos la tarea consiste en tomando contacto con todas las vibraciones divinas de esos Planos, pero como las Vibraciones Divinas son infinitas y se expanden permanentemente esta etapa también es infinita. Nunca termina el Ser de identificarse con todas las Vibraciones Divinas.
Debemos recordar que significa ser o estar. Ser es pertenecer y estar es la ubicación que tenemos respecto a algo. Esto quiere decir que no “somos” en Planos Divinos sino que “estamos” en Planos Divinos, es decir no “somos” Dios sino que “estamos” en Dios.
La formación de un Núcleo Crístico se efectúa en Planos divinos, es decir en el punto evolutivo en que comienza la “identificación” vibratoria con el Todo Divino. Esa “identificación” con el Todo Divino es lo que denominamos Reintegración. Desde ese punto inicial de Reintegración y al mismo tiempo constitución de un Cristo, denominado “Cristo Directo”, hasta el punto de evolución denominado “Cristo Divinizado” existe una distancia incalculable para nosotros.
Cada uno de los seres que constituyen un Núcleo Crístico es una “Chispa Crística” y cuando una de esas Chispas Crísticas debe encarnar, por una tarea de Amor, encarna solamente una partícula de esa Chispa y esa Chispa Crística que permanece en el Núcleo Crístico se constituye en Canal de las vibraciones del Cristo que a través de esa Partícula Encarnada deben ser recibidas en el mundo de encarnación.
Habíamos visto que la elíptica evolutiva aparentemente finalizaba cuando llegaba al punto evolutivo de Reintegración, sin embargo la Etapa de Reintegración es mucho más prolongada que la trayectoria involutiva-evolutiva.
La elíptica involutiva-evolutiva comienza en el momento en que el “embrión divino” o “chispa divina” es ubicada debido al “impulso” que recibe al nacer, fuera de Planos Divinos y termina en el momento en que la chispa divina transformada en Espíritu y habiendo constituido con otros seres un Núcleo que llegó al punto de Cristificación retorna a Planos Divinos, es decir se Reintegra a la Divinidad, comenzando a Vivir la Etapa de Reintegración.
Todo el avance que luego va realizando en Planos Divinos podríamos denominarlo “Progreso regido por la Ley de Evolución” o sea Progreso evolutivo, porque a medida que en la Etapa de Reintegración a la Divinidad va progresando y evolucionando la Vibración unificada que constituye un Cristo y por lo tanto la Vibración de todas y cada una de las chispas Crísticas esa Vibración va adquiriendo facultades diferentes y mas avanzadas que ejercita respondiendo a las necesidades Evolutivas del Universo.
Los “Cristos Directos” son los Núcleos ubicados en primer lugar en los Planos Divinos y están bajo su égida los distintos sectores del universo.
Nuestro sector que además de nuestro Sistema Solar podría incluir otros sistemas en punto de evolución paralelos, dentro del mismo sector, está bajo la égida de nuestro Cristo Directo. Así en escala ascendente aparecen los Núcleos Cristicos denominados “Cristos Superiores” que abarcan dos o más sectores con sus respectivos Cristos directos.
Luego, siempre en ascenso aparecen Cristos Superiores que a su vez abarcan varios Cristos Superiores, cada uno de los cuales abarcan dos o más sectores con sus respectivos Cristos Directos. Así es progresivamente hasta llegar al Cristo Divinizado.
Esta Vida Reintegrada continúa su Progreso Evolutivo a través de Acción-amor, acrecentando la Acción divina en la exacta medida que lo reclama el universo constantemente creado en todos los aspectos.
Por eso podemos entender que existe un “sincronismo” de “Nacimiento” y “Reintegración”. Podríamos decir que cada Oleada de Vida esta sincronizada con una Oleada de Reintegración. Diríamos objetivamente que existe permanente equilibrio entre la “necesidad” de los seres que “nacen” y el Poder de Acción-amor que actúa.
Sin embargo no debemos entender que “nacen” en una Oleada de vida tantos futuros seres como seres se reintegran en una Oleada de Reintegración. El Poder de acción de los seres Cristicos que se Reintegran tienen una amplitud e intensidad muy superior a lo que pueda significar la “necesidad” de un número igual de futuros seres que nacen en una Oleada de Vida. Los seres que se reintegran son muchos menos, en cantidad, que los futuros seres que nacen, pero las “necesidades” de estos últimos guardan perfecto equilibrio con el Poder de Acción de los seres que se reintegran.
Los Cristos Directos son constituidos por unificación de Núcleos de seres del mismo sector que pueden, lógicamente, provenir de diferentes soles y sistemas en ese sector.
Cuando los seres de un Cristo Directo ya han alcanzado el punto máximo de evolución y desarrollo de dicho Cristo, pasan a integrar o constituir, según corresponda un Cristo en punto inmediato superior pasándose a denominar ”Cristos Superiores”, que en esa forma incluyeron en sí seres provenientes de diferentes sectores y en consecuencia, Seres de más sistemas y así progresivamente se van conformando los “Cristos Superiores” cada vez de mayor punto evolutivo hasta llegar al Cristo Divinizado, ultimo escalón en este desarrollo del Conocimiento Espiritual ya que a nuestra mente le seria imposible comprender mucho mas allá de este punto. Esta etapa que comienza en los Cristos Divinizados se denomina Etapa de Divinización.
De acuerdo a la envergadura de las vibraciones que deben llegar a un determinado sector de universo los Cristos Superiores son el nexo entre los Cristos Divinizados y los Cristos Directos. Son los encargados de recibir y adaptar las vibraciones enviadas por los Cristos Divinizados haciéndolas descender, en adaptación, por los Planos Divinos hasta llegar a los Cristos Directos que correspondan, y estos a su ves la adaptan a los sectores que deban llegar.
En el punto Cristo Divinizado no existe diferencia alguna de Acción por sector porque en ese punto la Vibración ya avanzada en identificación con la Divinidad es Universal. Es como si los sectores se hubieran fundido, es decir como si fueran uno solo, por lo tanto un Cristo Divinizado tiene el Poder de Acción para actuar en cualquier sector del universo. Los Cristos Divinizados han alcanzado un punto de universalidad absoluta de Acción pero cada Cristo Divinizado rige a varios Cristos Superiores que rigen a su ves a varios Cristos Directos que corresponden a sectores determinados del universo y son canales solamente de la Vibración Divina que a través de la escala Crística descendente debe llegar a Mundos o puntos de los sectores bajo su égida, no por incapacidad de Canalizar otras Vibraciones Divinas para otros sectores del universo sino en virtud del Orden Perfecto en el movimiento permanente de la vida en todo el universo.
Mas adelante ampliaremos como se transmiten las vibraciones entre todos los Núcleos ya sea al recibir los pedidos como al responderlos.




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