Del Boletín de Información de la Embajada Soviética Marzo de 1975.
En 1939 propusieron al perito electricista Semión Kirlian la reparación de un aparato para realizar masaje médico por corrientes de alta frecuencia, instalado en un hospital. Al probar el aparato, Kirlian se interesó por la descarga que se producía entre el electrodo, recubierto de vidrio, y la piel de la mano. La descarga parecía cambiar de color y Kirlian quiso fotografiarla. Los primeros experimentos dieron un resultado asombroso: se imprimía en la película el dibujo de la palma de la mano, parecida a una radiografía, rodeado de una aureola y cubierta por infinidad de puntos claros. Los dedos emitían rayos, cual si fueran reflectores.
Kirlian empezó a buscar nuevos métodos para obtener imágenes más perfectas. Le ayudaba su esposa Valentina. Ante el matrimonio Kirlian se iban abriendo gradualmente fenómenos cada día más asombrosos. Todo ser y tejido, vivientes, bajo el influjo del campo de alta frecuencia, producían una irradiación individual. Esta reflejaba el contorno anatómico del objeto fotografiado, pero se distinguía por la movilidad, el dinamismo, que dependía del estado del organismo. La hoja vegetal caduca o la piel de la persona cansada no producían las mismas irradiaciones que la hoja viviente o la piel de la persona descansada.
En el cuadro de los procesos originados por las descargas, se dejaban sentir sin falta la enfermedad, la intoxicación o el estado psíquico del objeto de investigación, si éste era una persona, ¿Aquello era casualidad o ley? Esto era lo que preocupaba a los Kirlian. Las observaciones realizadas durante muchos años, les hicieron deducir que, en iguales condiciones experimentales, el cuadro proporcionado por las descargas eléctricas de alta frecuencia sobre unos mismos objetos era reproducible, reiterable. Dicho de otra manera: se supeditaba a determinadas leyes y permitía obtener una noción sobre el estado eléctrico de la naturaleza animada e inanimada. Así surgió el "efecto Kirlian". Antes de publicar los resultados de sus observaciones, los investigadores estudiaron la cuestión durante 25 años: ejemplo de escrupulosidad verdaderamente científica.
El Efecto Kirlian y La Bioenergía. La discusión en torno a la naturaleza del mismo empezó tanto pronto como se tuvo noticia de éste y continúa hasta el día de hoy, tanto entre los científicos soviéticos como los de otros países. La publicación de la obra de los esposos Kirlian coincidió en el tiempo con la edición en ruso de los trabajos del húngaro Albert Szent-Gyorgyi, Premio Nóbel, que tuvieron cardinal importancia para el desarrollo de la ciencia sobre la vida.Szent-Gyorgyi basaba sus trabajos en la concepción sobre los enlaces entre los procesos de la actividad vital y los de la excitación electrónica de las moléculas, células, tejidos y, por último, del organismo en su conjunto. Gyorgyi supone que el organismo está penetrado por un flujo invisible, cuyas partículas -electrones- son portadora de energía, carga e información, y sirven como una especie de combustible para todos los procesos vitales. El "efecto Kirlian" pone, precisamente, en manos de los biólogos, un método experimental para estudiar los procesos energéticos en el organismo viviente. Los procesos hipotéticos supuestos, admisibles en el organismo animado se hicieron visibles, asequibles a la observación.
¿Bioplasma? ¿Emisión Fría De Electrones? La primera conferencia sobre cuestiones de bioenergía en que se trató el efecto Kirlian, se celebró en 1968 en la URSS, en la ciudad de Alma-Ató, capital de Kazajstán.
Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Kajaza, encabezados por el joven biólogo Víctor Iniushin, hoy Doctor en Ciencias Biológicas, hizo allí el balance del estudio biológico de cuatro años del efecto Kirlian. Confirmóse una vez más que la luminiscencia del objeto animado no era estable sino que dependía de infinidad de circunstancias, comprendidos los ritmos diarios de la Tierra. Los estudios establecieron la relación entre la luminiscencia y la intensidad de los procesos respiratorios. Con la particularidad de que se puso en evidencia un fenómeno interesante, al que denominaron efecto de extinción de la luminiscencia, Si un mismo objeto es sometido continuamente y durante bastante tiempo (10 a 30 minutos) a los efectos de la corriente de alta frecuencia la intensidad de la luminiscencia se debilita. Este efecto sólo se produce en los organismos vivientes y no se manifiesta de ninguna manera en los metales, ni en los dieléctricos sólidos.
Así, pues, nuevos experimentos y nuevos datos. Pero ¿cuál es la naturaleza física del fenómeno descubierto? Según el criterio de los esposos Kirlian, la emisión autoelectrónica en campo de alta frecuencia es inherente a todos los cuerpos de la naturaleza, incluyendo los organismos vivientes. Iniushin considera que se demuestra la existencia de la materia en estado plásmico -bioplasma- en el organismo viviente. Por bioplasma entiende un sistema de partículas cargadas libres -electrones e iones- en el organismo, Y considera que, gracias al bioplasma, se podía comprender el mecanismo de la acción de los campos eléctricos y magnéticos externos (comprendidos los naturales) en los organismos vivientes.
El físico soviético Víctor Adamenko, como resultado de metódicas investigaciones, ha llegado a la conclusión de que el mecanismo del "efecto Kirlian" está relacionado con el surgimiento de una descarga de alta frecuencia de tipo especial, excitada en el aire por los electrones que un fuerte campo eléctrico ha "arrancado" del objeto de observación. Empleando impulsos de tensión de alta frecuencia, se pueden "extraer" electrones del tejido viviente sin destruirlo. Este investigador supone que si se empleara, además un dispositivo de vacío, probablemente se podría obtener la imagen de la célula viviente.La neuropsiquiatra Thelma Moss, profesora de la Universidad le California, decidió viajar a Moscú y a Alma-Ató, para conocer los trabajos de los especialistas soviéticos en bioenergía. Al regresar a los Estados Unidos, en colaboración con el físico Kendall Johnson, repitió algunas investigaciones de los soviéticos y obtuvo, por primera vez en los Estados Unidos, fotografías como las de Kirlian.
El interés por el efecto empezó a crecer con tanta rapidez, que ya en 1972, a iniciativa del profesor S. Krippner -psicólogo norteamericano que dirige el "Centro para el estudio de los sueños" se celebró en Nueva York la primera conferencia del hemisferio occidental en que se discutió el "efecto Kirlian". Asistieron más de 500 biólogos, físicos, psicólogos, ingenieros, fisiólogos, médicos, fotógrafos y criminalistas. Interesó en particular el enlace descubierto por Kirlian entre las características del proceso de descarga y el estado emocional de los sometidos al experimento. "El valor principal de estos estudios -manifestó en la conferencia el profesor norteamericano William Tyller, especialista en lo físico del estado sólido- reside en que, gracias a ellos, hemos obtenido detectores con los que se puede iniciar el estudio de los fenómenos psicoenergéticos".
A la segunda conferencia celebrada en Nueva York en el verano de 1973 asistieron ya más de mil personas.
La "Terapéutica Electrónica". El doctor Mijaíl Guelkin -un cirujano leningradense especialista en acupuntura-, al conocer los trabajos de Valentina y Semión Kirlian decidió examinar con ellos la posibilidad de construir un instrumento que ayudara al médico a evidenciar los puntos para la punción en el cuerpo humano. Los Kirlian se interesaron por la propuesta del médico, pues se habían percatado hacia mucho que gran parte de los 695 puntos determinados para la punción coincidían con sectores de intensa luminiscencia. Unos años después surgió al mundo el instrumento. Y es así como un antiguo método terapéutico adquirió un nuevo sesgo debido a los trabajos de los médicos de Alma-Atá, los cuales decidieron inferir en el organismo a través de los puntos de punción, no ya con agujas, sino con el rayo laser; ejercer así una especie de estimulación energética de los procesos vitales. Se basaban para ello en tradicionales terapéuticas orientales y nacionales: las de curación por luz solar concentrada.Los experimentos realizados en Alma-Ata,donde como métodos de control para evaluar objetivamente el influjo de la radiación roja se empleaba también "efecto Kirlian", demostraron la hiperactividad biológica de la región roja del espectro: estimula la cicatrización postraumática de los tejidos, y la síntesis del glicógeno. Allí se emplearon por primera vez láseres helioneónicos para curar la hipertensión, las lesiones en las articulaciones, la endarteritis y las enfermedades del metabolismo En este caso, el "efecto Kirlian" permite juzgar tanto el estado inicial como curso y efecto de la curación.
¿En qué se basa el mecanismo del influjo terapéutico?
Por ahora no hay respuesta determinada. La deberán dar las futuras investigaciones. Ahora sólo se dan los primeros pasos en este camino. Es posible que ello esté relacionado con la excitación electrónica de las estructuras moleculares; que quanta electro-magnéticos o pequeñas energías, incapaces de lesionar las moléculas biológicas, las pongan en estado de excitación.
Como todo nuevo método médico, éste también requiere un desarrollo minucioso y una comprobación detallada.