CAPITULO NOVENO
El ser espiritual "nace" de Dios, Mente Suprema, Naturaleza, etc., como semilla divina y debe lograr su progreso y evolución a través de las experiencias que le corresponde transitar, para que con las mismas logre desarrollar todas las facultades divinas con que "nace" a la vida eterna, voluntad, discernimiento, poder o fuerza de acción, fraternidad.
Nacemos solo con un aspecto de "mente espiritual" que es el espíritu en sí mismo, vale decir que el espíritu es mente pura, es solo mente espiritual. Nacemos con una única vibración o vibración unificada que es nuestro aspecto mental.
El alma espiritual es su órgano de contacto; es el órgano que le permite a la mente espiritual o espíritu tomar contacto con las vibraciones de cada uno de los planos en los que debe hacer experiencia. El alma espiritual solo contiene el aspecto sensorial, pues el aspecto emocional es propio de los planos físicos como el nuestro.
Se van adhiriendo a la mente las sensaciones y vibraciones de cada plano formando así, a su alrededor, el alma espiritual.
El alma humana además de los aspectos sensoriales tiene aspectos emocionales propios de este plano. Debemos tener bien en claro que nuestra esencia es solo mente espiritual y nuestra alma espiritual que son las vibraciones adheridas, en un proceso posterior que luego desarrollaremos, iremos eliminándola. Al final de nuestra etapa sutilizadora y habiendo llegado ya a la divinización volvemos a ser mente pura.
Somos hijos de la Divinidad y hemos sido hechos a "su imagen y semejanza". Traemos embrionariamente todas las facultades divinas dadas por el origen de nuestro "nacimiento" y debemos evolucionar y progresar hasta llegar a un desarrollo tal que estemos acorde con su "imagen y semejanza".
De alguna manera, el misterio de la encarnación se repite en cada mujer: todo niño que nace es un dios que se hace hombre. SIMONE DE BEAUVOIR |
En primera instancia, así como nuestro plano físico abarca una gran escala de puntos evolutivos, existen planos espirituales que abarcan una escala de puntos evolutivos de cantidad infinita como es infinita la vida.
En todos esos planos espirituales moran las "semillas divinas" y "conciencias plenas" agrupadas de acuerdo a una escala de puntos evolutivos.
Debemos recordar que esos puntos evolutivos están dados por las experiencias asimiladas en sus aspectos de mente y de alma; por la evolución y progreso logrado.
El conjunto de planos espirituales abarca una escala de puntos evolutivos que van desde el que tiene un ser al "nacer" hasta nuestro retorno a la divinidad.
La trayectoria de nuestro espíritu comienza en el plano espiritual más sutil y luego avanza plano espiritual por plano espiritual hasta llegar al plano divino nuevamente, estado denominado "divinización", momento en que ya tiene desarrolladas todas las facultades divinas de su "nacimiento".
Para avanzar en su evolución y progreso el ser realiza sus experiencias en planos espirituales sutiles, sin forma, y va diversificando su vibración hasta llegar a los planos de forma, como el nuestro, proyectándose a los mismos desde el plano espiritual donde mora el espíritu.
Esa proyección es de su propio espíritu, que la envía al plano de forma y que queda en conexión con su esencia. Contiene una proyección de su mente espiritual y de su alma espiritual. La proyección es debido a que la energía del espíritu es mayor a las posibilidades de contención que tienen los planos de experiencias, por lo tanto envía una proyección cuya fuerza energética está dentro de los limites del plano.
Esa proyección es enviada en primera instancia a planos de forma muy sutiles donde todavía no existen las formas como tales, sino las vibraciones que constituirán luego las formas que conocemos en nuestro mundo, luego a otro plano algo menos sutil, es decir más denso, y así sucesivamente de un plano denso a otro más denso, hasta llegar al plano donde se manifiestan las formas. Desciende hasta llegar al plano de mayor densidad, como el nuestro, escala descendente, y luego continúa evolucionando pero a planos más sutiles, hasta llegar a la divinización, es decir, en escala ascendente.
Esto significa que la elíptica evolutiva, se descompone en dos partes: la "densificadora" que es la mencionada como escala descendente y la "sutilizadora" que es la mencionada como escala ascendente. La etapa "densificadora" no deja de ser evolutiva para el ser espiritual, pues va evolucionando y progresando, y desarrollando las facultades divinas con que "nace".
Ese ser o espíritu emanado de la Divinidad en la etapa "densificadora" lo denominamos, para mejor comprender este desarrollo, como "embrión" en las experiencias minerales y vegetales, como "semi-conciencia" en las experiencias animales y "conciencia plena" en la etapa "sutilizadora".
Esto quedará más claro cuando veamos la diferencia entre los distintos puntos evolutivos.
Dentro de la elíptica evolutiva comenzaremos por la etapa "densificadora".
Los seres espirituales "nacen" de la divinidad y son impulsados a los planos de experiencias donde deben desarrollar todas sus facultades. Llegan a ese primer plano como "haces vibrantes" de luz divina y se agrupan por la afinidad que les da el igual momento de nacimiento. Esta afinidad que está regida por la ley de afinidad se manifiesta en todos los órdenes de la vida verdadera, que es la vida espiritual, y se refleja en la humana.
Los "embriones" agrupados proyectándose al plano físico sin forma sutilísimo comienzan sus experiencias con vibraciones que son las que corresponderán luego en los planos físicos a los aspectos minerales.
Terminadas estas experiencias y asimiladas, pasan a un plano espiritual más denso (etapa densificadora), y así sucesivamente, de plano en plano, hasta llegar a donde además aparecen las vibraciones que serán más adelante el reino vegetal.
De esta manera va "descendiendo", densificándose, haciendo experiencia primero con las vibraciones sutiles que serán el reino mineral y luego con las del reino vegetal respectivamente, hasta llegar a los planos donde aparecen las vibraciones del reino animal muy sutiles, así por todos los planos físicos sutiles sin forma, hasta llegar al anterior a la forma. En cada uno de ellos hace experiencia primero con las vibraciones que constituirán el mineral, luego el vegetal y después el animal.
En todas estas oportunidades va conformando su alma espiritual y desarrollando las facultades de su mente espiritual mediante el siguiente proceso: al término de cada experiencia completa en cada uno de los planos, la proyección se retrotrae y su espíritu asimila las experiencias logradas en su mente espiritual y las sensaciones recogidas las asimila en su alma espiritual que en un comienzo es alma que pertenece al grupo que está experimentando.
La asimilación de todas estas vibraciones hace que evolucione y progrese, por lo tanto en cada uno de estos procesos cambia su punto evolutivo, es decir que va avanzando en los planos espirituales.
Al término, entonces, de la experiencia del espíritu en el plano, retrotrae su proyección y las vibraciones proyectadas correspondientes a su mente espiritual y a su alma espiritual se incorporan a esos aspectos. De esa forma desaparece la proyección incorporándose la sabiduría adquirida a la mente espiritual y las demás vibraciones al alma espiritual.
Debemos dejar en claro que solo retrotrae su proyección cuando está totalmente terminada la experiencia que le corresponde realizar en cada plano.
Debemos tener en cuenta que a medida que desciende a un plano más denso las vibraciones se van diversificando; su única vibración se va "abriendo" en infinidad de vibraciones hasta que llega a un plano como el nuestro donde se manifiesta la mayor de las diversificaciones, se manifiesta la forma.
Esto podemos comprenderlo mejor si analizamos lo que sucede cuando un rayo de luz que es una sola vibración pasa a través de un prisma; se descompone en rayos de distintos colores, se diversifica ese rayo único. El prisma en este caso es la densidad de un objeto que se interpone a la manifestación de la luz. Así sucede con nuestra vibración cuando se le interpone a su manifestación la densidad del plano físico, se manifiesta diversificada.
Como hemos visto, desde su nacimiento, hacen experiencias en forma grupal, es decir que no han tomado todavía conciencia de su "individualidad". Toman contacto con las vibraciones por grupos de nacimiento y van conformando un órgano de contacto o alma compartido.
Es decir que en un comienzo los "embriones" tienen un órgano de contacto perteneciente al grupo y no individual. Este órgano compartido o alma les permite hacer experiencias en algunas vibraciones y transmitirlas a los demás embriones a través de ese órgano, con lo cual todos los embriones tendrán asimiladas las experiencias en todas las vibraciones sin haber hecho experiencia en cada una de ellas.
Debemos aclarar que cada "embrión" es por sí mismo aunque tenga un órgano de contacto (alma) compartido, es un ser único y unívoco y lo será eternamente.
Llegado a los planos físicos de forma, como el nuestro, comienza el contacto, como "embrión" con el reino mineral en forma grupal sin introducirse en la forma, entrando y saliendo continuamente de ella; sigue en las formas del reino vegetal en forma grupal pero aquí se introducen en la forma sin tomarla, permaneciendo en ella, así como en las primeras formas del reino animal. A medida que va avanzando en el reino animal el embrión toma la forma para utilizarla en su experiencia, es decir que ya no se introduce sino que se incorpora a la forma, formando parte de ella; allí es donde se convierte en "semi-conciencia", y es en este reino, donde poco a poco va despertando la conciencia de su individualidad, hasta tomar formas muy evolucionadas, donde se manifiesta abiertamente la individualidad. Si bien las primeras experiencias las efectúa en forma grupal ya tiene un atisbo de su individualidad que luego concreta en formas más evolucionadas.
El alma es un aspecto compartido en la etapa de densificación y todas las experiencias realizadas por cada una de las proyecciones es asimilada por el conjunto que ya vimos que se formaba por afinidad vibratoria.
A continuación veremos el proceso de cómo pasa de una "semi-conciencia" que experimenta en el reino animal a "conciencia plena" que debe comenzar a experimentar en el reino humano.
Sus últimas experiencias en el reino animal las hace en animales que están en contacto con los humanos.
Esto sirve para irse familiarizándose con este nuevo tipo de vibración.
Así, poco a poco se va despertando la sensación de su ego, de su propio yo, de su conciencia de individuo y llegado el momento, habiendo retornado a su plano espiritual abandonando ya las formas, hace un proceso en el espacio para transformarse en "conciencia plena".
Ese proceso consiste en que al despertar a la individualidad y tomar verdadera conciencia de su existencia, conforma su propia alma espiritual con todo lo aprehendido en la etapa densificadora y además conforma su conciencia de bien y de mal con lo experimentado, analizándolo con la pureza de su mente espiritual emanada de la divinidad. Lo realiza el espíritu en el espacio ya fuera de las formas una vez concluida la etapa densificadora. Volvemos a repetir que es cuando toma plena conciencia de su individualidad, de su propio yo, es una "conciencia plena".
Teniendo entonces plena conciencia de su individualidad, teniendo su propia alma espiritual que es la suma de lo aprehendido, teniendo su propia conciencia de bien y de mal que es la suma de las experiencias realizadas, está entonces capacitado para iniciar las primeras experiencias humanas, es decir sus primeras encarnaciones.
Continuaremos ahora con la etapa sutilizadora.
El ser o "conciencia plena" comienza a preparar en su plano espiritual la encarnación, para lo cual hace una selección de las experiencias que va a realizar como encarnado.
Por supuesto que este proceso está regido por la ley de encarnaciones que es quien determina si las experiencias seleccionadas están dentro de la posibilidad del ser.
No permite realizar ninguna experiencia que sobrepase las posibilidades de ese ser, pues esa es la Justicia Divina. Una vez determinado todo esto el espíritu efectúa una proyección desde su plano espiritual al plano de encarnación.
Esa proyección va a conformar sus cuerpos físicos, visibles e invisibles, de acuerdo a la experiencia elegida. Va a permanecer en el plano de experiencias hasta que termine todo lo que vino a realizar.
Visto esto, la proyección se retrotrae cuando terminó las experiencias que nuestro espíritu pidió realizar en esa encarnación y redimió todas las vibraciones negativas que generó. Esto quiere decir que la proyección se mantiene en el plano de encarnación hasta que halla redimido todas las vibraciones negativas y halla realizado todas las experiencias previstas para esa encarnación, pudiéndole llevar este proceso varias encarnaciones, es decir varias vidas humanas.
En las partes anteriores vimos que toda vibración emitida por nosotros, positiva o negativa , volvía a nosotros con igual intensidad y similitud.
Esto significa que las vibraciones que retornan a nosotros se adhieren a nuestra partícula proyectada y permanecen en ella.
Las positivas hasta que se termine la experiencia, se retrotraiga la proyección y se incorpore a la mente espiritual; las negativas desaparecen a medida que en la actual o en nuestras próximas encarnaciones logremos su redención.
Cada vez que desencarnamos el cuerpo físico se transforma en los minerales que lo componen, la mente humana en conexión con el aspecto de mente espiritual de la proyección deja en ella las vibraciones recogidas y el alma humana deja sus vibraciones adheridas al aspecto de alma espiritual de la proyección. Con la absorción de estas vibraciones la proyección está en condiciones de procesar toda esa información y de preparar su próxima encarnación.
En cada una de las encarnaciones, nuestro espíritu proyectado trata de realizar el resto de experiencias que le faltan realizar y redimir todos los errores cometidos. Recordemos que la ley de encarnaciones solo nos permite elegir aquello para lo cual estamos preparados a realizar con el máximo de nuestro esfuerzo.
Una vez encarnado, allí es donde comienzan nuestras dificultades, pues podemos ejercer nuestra voluntad y libre albedrío humanos, reflejos de nuestra volunta y libre albedrío espiritual, cometiendo errores, no realizando los esfuerzos necesarios para lograr las superaciones, contrayendo deudas con la ley del amor, dejándonos arrastrar por las debilidades humanas, es decir que vamos generando parte de nuestra próxima encarnación.
Así podemos darnos cuenta que la justicia divina solo permite que llegue a nuestras vidas lo que hemos pedido realizar en el espacio, lo que hemos contraído como deuda con la ley del amor, y lo que la ley de causa y efecto nos haga llegar que corresponda a la vida actual.
Algunas veces las circunstancias que se nos presentan corresponden a hechos de nuestra actual vida humana. Si analizamos profundamente nuestro accionar veremos que esto se cumple.
La proyección, denominada en este punto evolutivo "conciencia plena", determina los medios físicos con que va a realizar su experiencia.
Comienza por formar su aspecto físico desde la concepción, pues elige los padres adecuados para lograr las características genéticas y genealógicas que más se corresponden con su necesidad. Hay una correspondencia, regida por la ley, entre la necesidad de experiencia que debe realizar el ser y la experiencia que deben recibir los padres a través de ese ser.
Los padres reciben al hijo que les corresponde de acuerdo a sus experiencias y el hijo llega al seno familiar que necesita.
También se elige el entorno, los medios económicos, artísticos, científicos, sociales, etc.
Además la proyección influye en la formación del cuerpo físico, pues sus características deben ser las adecuadas. Puede manifestar atrofias, predisposición para determinadas enfermedades, facilidades para ciertas manifestaciones artísticas, científicas, sociales, políticas.
Aquí vale introducir un ejemplo que nos permite analizar las distintas cualidades o atrofias que podemos manifestar en una encarnación y que a simple vista lo tomamos como un castigo.
Si un ser de cierta evolución utilizó el poder de su mente para generar armas de destrucción muy sofisticadas en una encarnación, en la próxima es muy factible que nazca con una deficiencia mental que no le permita utilizar todo su potencial, con lo cual va a sufrir al no poder manifestar todo su aspecto mental y de esa manera aprenderá a utilizar su mente solo en bien.
Se puede manifestar una facilidad para aspectos del arte o de la ciencia que tienen que ver con las experiencias asimiladas en la elíptica realizada hasta ese momento. Si bien puede ser que no se halla realizado experiencia en los mismos temas, debemos recordar que seguimos una "línea" de experiencia, por lo tanto tenemos asimilados conocimientos similares a las manifestaciones en nuestra vida actual.
Así como disminuimos los aspectos que debemos redimir, potenciamos aquellos que significan realizaciones logradas.
Puede ser que afrontemos alguna tarea espiritual en determinados aspectos humanos que se potenciarán en la formación de nuestros cuerpos físicos visibles e invisibles.
Si pedimos realizar la experiencia en un medio económico alto y no podemos pasar la prueba pues dedicamos todo ese poder económico en sojuzgar, en lograr mayor poder aún, en utilizarlo solo para nuestro bienestar, es factible que luego tengamos una vida en pobreza para poder darle el verdadero valor a lo económico, sufrir la falta de solidaridad, de altruismo de aquellos que más tienen y que nosotros también negamos.
Puede pasar que hagamos varias vidas en la pobreza, porque lo único que hicimos fue rebelarnos ante ese estado, no aceptarlo con la humildad que corresponde, pues si pasamos por esa experiencia es por que nuestro espíritu lo necesita..
Podemos ver en nuestro entorno encarnaciones muy cortas, de bebes que desencarnan produciendo en los padres inmenso dolor y afectar además a su entorno.
Estas encarnaciones, por lo general, son hechas por seres evolucionados, que lo hacen por amor fraterno, pues se toman todo el trabajo de preparar su encarnación para estar muy poco tiempo en nuestro medio y que además no le sirve como experiencia pues ya tienen superados todos esos aspectos.
Vemos así el amor espiritual manifestado, pues no les es necesario sufrir inconvenientes y presiones en sus encarnaciones, sin embargo lo hacen con el solo objeto de ayudar a la humanidad.
Estos seres de cierta evolución hacen además encarnaciones para ayudar a la medicina contrayendo enfermedades para las cuales se prestan, con la finalidad de que la ciencia médica vea en ellos ciertos resultados inesperados o que prueben determinados tratamientos. Podemos ver en esos casos como el ser acepta sin rebeldía, con humildad, con una profunda paz, su situación.
Todo esto indica que no siempre que veamos que un ser sufre determinados hechos, son por ley de causa y efecto, sino que puede encubrir una tarea espiritual de amor hacia la humanidad, hacia un grupo, hacia una familia, hacia un ser.
Esas tareas espirituales son regidas por la ley del amor.
Cuando hemos pedido antes de encarnar una purificación acelerada para poder ser utilizados luego en importantes tareas espirituales, las pruebas dolorosas y purificadoras son más intensas y constantes, y así el mal en lugar de perjudicarnos está haciéndonos bien.
Por eso jamás debemos rebelarnos ante lo que nos pasa, criticar o enjuiciar a los demás, porque todo lo que ocurre está dentro de la ley de causa y efecto, ley del karma y ley de experiencias que son las que rigen cuanto hemos desarrollado en esta parte.
Así cuando estemos ante un ser que sufre, como no sabemos si es por tarea espiritual o por "karma" debemos ayudarlo con nuestras proyecciones de amor, rodearlo de nuestro mejor sentimiento para que ese sufrimiento no le provoque rebeldías que luego le traerán nuevas circunstancias, para así, con su aceptación poder superar el momento.
Debemos pensar que a medida que logremos las superaciones necesarias para nuestro espíritu estaremos en mejores condiciones de ayudar a nuestros hermanos.
Recordemos que en cada plano hay miles y miles de seres en distintos puntos evolutivos que abarca cada plano.
Cuando más elevado es el plano más elevados son los seres, por lo tanto están en mejores condiciones de ayudar con su sabiduría y su poder de acción a otros seres.
Allí se evidencia la fraternidad, esa fraternidad que debemos ir desarrollando hasta alcanzar la fraternidad universal, es decir amar a todo lo que existe en el universo.
Nosotros estamos ya preparados para ayudar a nuestros semejantes con nuestra palabra, con nuestros ejemplos, con nuestras acciones, con nuestra vibración, con nuestros pedidos.
Una vez superados los planos de forma, seguiremos trabajando fraternalmente en ayuda a los demás seres, en planos espirituales sutiles sin forma.
Esta tarea de ayuda fraterna es la que nos permite seguir evolucionando y progresando, pues desarrollamos nuestra fraternidad, nuestra voluntad, nuestro poder de acción, nuestra sabiduría.
Estando ya en esos puntos evolutivos superiores, como se han superado todos los aspectos negativos, solo se encarna con finalidad de bien, es decir con tareas espirituales que traen a la humanidad impulsos de progreso y evolución en determinados aspectos de las artes, de la ciencia, sociales, culturales, etc.
De allí la aparición de grandes científicos, filósofos, inventores, de seres que han dejado su marca al paso por este planeta. Son seres de gran evolución, que solo trabajan por amor universal.
Posiblemente veamos en ellos aspectos humanos de superación, pero solo son aspectos que hacen a su tarea espiritual, ayudando con su vibración a seres que padecen sus mismos problemas.
Una vez que hallamos logrado superar todas las experiencias de este plano habremos logrado un nuevo punto evolutivo, por lo tanto progresado en nuestro plano espiritual y habiendo asimilado en nuestro espíritu la sabiduría y el poder de acción, estamos en mejores condiciones de ayudar a otros seres que están pasando por nuestras mismas experiencias.
Si estamos encarnados podemos ayudar con nuestro ejemplo, con nuestras palabras, irradiándoles nuestras vibraciones, teniéndolos presente en nuestros pensamientos, rodeándolos con nuestros mejores deseos y desde el espacio proyectando sobre ellos la vibración de amor, proyectándoles fuerzas para ayudarlos a pasar los momentos que le corresponda y paz para su alma.
Avanzaremos ahora sobre otro tema muy importante para nuestro paso por este plano. De que forma podemos ayudar?
Una de las formas más importante es predicar con el ejemplo, es decir, si tenemos aspectos que superar, evidenciar hacia los demás nuestros esfuerzos por superarlos, demostrando avances en ese sentido con nuestra acción, no con nuestra palabra.
Cuándo debemos usar la palabra? Solo cuando estemos ante un medio en el cual detectemos que es permisible a nuestra palabra, sino esta no será escuchada.
Que pasa cuando actuamos ante un hecho en forma distintiva a la forma habitual?
Surgirá la pregunta: Porque no reaccionaste? Porque no lo agrediste?
Ese es el momento de utilizar nuestra palabra para mencionar cuales son algunos de nuestros conceptos para mejorar en el aspecto humano y superar nuestras lacras de amor propio y aunque aparentemente nuestras palabras hayan sido en vano, no es así, pues las mismas darán vuelta en las mentes de quienes nos escucharon y en su momento producirán el efecto buscado.
Cuando no podemos tomar contacto físico con los hechos que se producen tenemos una de las formas más importantes de llegar con nuestra ayuda que es la oración. Si tomamos en cuenta que en los planos espirituales moran seres de muchísima evolución que están preparados para ayudar a las humanidades del universo entero, podemos recurrir a su amor y a su poder para hacer llegar la ayuda necesaria a los seres involucrados en esos hechos.
Cuando pensamos en los ángeles, arcángeles, vírgenes y demás santos, no son más que seres de muchísima evolución que han pasado por nuestro planeta en su momento, o por otros planetas en la misma línea de experiencias, o que han hecho experiencias similares a las nuestras, o que han encarnado en nuestro planeta por tarea-amor, por lo tanto tienen afinidad con nuestro planeta, y que ahora moran en planos elevadísimos y que están en condiciones de ayudar a las humanidades, por lo tanto podemos recurrir a ellos mediante nuestros pedidos, mediante nuestras oraciones, mediante nuestras invocaciones.
Si recordamos que todo se maneja vibratoriamente, podemos, vibratoriamente, llegar a esos seres en busca de ayuda espiritual a través de la vibración de nuestra palabra, de nuestros pensamientos expresados en la oración. El tema de la oración será ampliado en el Capítulo Décimo - Oración.
Su poder de acción, su fraternidad pueden hacernos llegar las fuerzas necesarias para pasar por las circunstancias que nos correspondan más fortalecidos, más preparados espiritualmente para sobrellevar los hechos de nuestra vida.
La ley de evolución rige sobre todo lo creado. sobre el universo entero, sobre cada uno de los aspectos existentes.
Para hacer esto más simple miraremos nuestro planeta. Actúa entonces sobre todas las formas, minerales, vegetales, animales y humanas previendo cada paso de su evolución. Consultar el Capítulo Segundo.
En cada una de ellas realiza la evolución necesaria para nuestras experiencias. Comenzó sobre las primeras formas minerales, luego dio comienzo a las formas vegetales, todo para nuestra experiencia como "embrión" divino.
Para pasar del mineral al vegetal fue generando las primeras células vegetales en cuya formación hay aspectos de formas minerales. Luego siguió evolucionando el reino vegetal hacia formas más complejas.
Para pasar del vegetal al animal se generaron formas animales unicelulares que contenían aspectos de formas vegetales. Siguió desarrollándose hasta llegar a animales sumamente desarrollados. Esto fue como respuesta a la necesidad de los "embriones" divinos al alcanzar el punto evolutivo "semi-conciencia".
Para hacer todos estos cambios la ley de evolución incide sobre los elementos celulares, cromosomas o genes, imprimiéndoles las características necesarias para cada etapa evolutiva.
Estos cambios tienen que ver con la necesidad de experiencia de las "semillas divinas", que en algún momento de su evolución necesitan ya la forma humana.
Para realizar el paso de la forma animal a la forma humana la ley de evolución actuó sobre formas animales sumamente desarrolladas como son los primates.
Cual fue su acción? Imprimió vibraciones de cambios genéticos en los genes reproductivos para provocar los cambios necesarios en esa reproducción. Luego de desarrollarse esos cambios durante algunas generaciones de primates, provocaron el nacimiento de la especie humana, del hombre primitivo, coincidente con la necesidad de la "semi-conciencia" en alcanzar el punto "conciencia-plena".
Este nacimiento se produjo entonces en un momento determinado por la ley de evolución, en forma espontánea. No fue un cambio paulatino de la forma primate a la forma humana, sino que determinados primates, seleccionados por la ley, cuyo avanzado punto evolutivo permitió la introducción de la vibración de cambio genético, nació la forma humana.
Resumiendo: El cambio se produjo en los genes reproductivos y fue como consecuencia de la necesidad de utilizar formas humanas de las "semillas divinas" que experimentan como "semi-conciencia" y que deben avanzar al punto evolutivo "conciencia plena".
Este mismo proceso se realiza para que evolucione la forma humana hacia la sutilización.
La ley de evolución impacta en nuestros genes para producir los cambios en la forma humana.
Como ejemplo podemos ver los cambios de la forma primitiva a la actual. Podemos prever también que cambiará poco a poco nuestro aparato digestivo pues debemos llegar a tal punto de sutilización que será solo necesaria la energía como alimento.
Así ira cambiando todo nuestro cuerpo físico tan denso hacia otro más sutil.
Como nuestro planeta evoluciona por ley hacia lo más sutil y en algún momento de esa evolución va a pasar a otro plano más sutil, acompaña de esa manera la evolución de todo cuanto existe en él. Esto significa que si hacemos el esfuerzo por purificar todos nuestros aspectos y cumplimos con todas las superaciones que nos corresponden lograr, seguiremos acompañando a este planeta. Si seguimos por el camino negativo y no acompañamos la evolución, profundizamos nuestra desarmonía con el proceso evolutivo, cuando este cambie de plano deberemos abandonar el planeta e ir a un planeta inferior.
En ese planeta inferior sentiremos un gran dolor espiritual al no poder manifestar toda nuestra fuerza de acción, nuestro poder espiritual. De todas maneras como la ley es amor en acción nos da la oportunidad que en ese planeta inferior, como sobresale nuestro punto evolutivo, nos constituyamos en guías de esas humanidades para poder ayudar con todo amor y ejercer la humildad desde esa posición.
De esa manera la ley nos permite reaccionar y retomar nuestro ritmo evolutivo, que debe estar siempre dentro del ritmo universal de evolución, para ir logrando los puntos evolutivos que nos corresponde.
Analicemos profundamente estos conceptos porque como se desprende de los mismos, "perderemos el tren" y luego nos costará muchísimo esfuerzo alcanzarlo.
Los planos están ubicados, tomándolos en descenso, es decir del más elevado al más denso, de la siguiente manera: primero se ubican los planos divinos en los que están ubicados todos los seres "divinizados", es decir, semillas divinas que completaron sus etapas de densificación y de sutilización y llegaron a la etapa de "divinización".
Luego se ubican, siempre en descenso, los planos espirituales donde moran las "semillas divinas" que ya, fuera de planos físicos, están en proceso hacia la etapa de "divinización", sin haber llegado a ella todavía.
Luego se encuentran los planos físicos, en escala descendente, desde los más sutiles hasta los más densos, sin forma, hasta llegar al plano físico de forma, donde se encuentra ubicado nuestro planeta.
Los planos físicos sutiles sin forma abarcan desde la vibración de mayor sutileza hasta la vibración sutil sin forma más densa como paso anterior a la forma.
A través de estos planos las "semillas divinas" hacen toda su elíptica, descendiendo desde su sutileza como embrión recién "nacido" hasta la forma humana, punto de mayor densidad y diversificación, y a partir de ahí ascendiendo, siempre por los mismos planos, hasta llegar a la etapa de divinización, hasta ubicarse en planos divinos como ser divinizado.
El ser nace como mente pura, único aspecto, y a través de la etapa de densificación, descenso, va tomando de cada plano los aspectos sensoriales que se adhieren a su aspecto mental formando su alma espiritual y desarrolla todas las facultades y poderes. El alma constituye el órgano de contacto pues se conforma con las vibraciones sensoriales de cada uno de los planos en descenso.
Durante los comienzos de su experiencia humana, todavía etapa de "densificación", también incorpora vibraciones a su alma y sigue desarrollando su aspecto mental, hasta que llegado a determinado punto evolutivo comienza su etapa de "sutilización", ascenso hasta llegar a la "divinización".
En esta etapa de sutilización sigue desarrollando sus facultades y poderes, pero va dejando en cada plano en ascenso las vibraciones, despojándose de ellas, que conformaron su alma espiritual cuando pasó por esos mismos planos en descenso, hasta llegar a los planos divinos, donde vuelve a ser mente pura pero con todas sus facultades y poderes desarrollados. Es decir que los planos sutiles hasta llegar al de las formas que utiliza en descenso, del mas sutíl al mas denso, son los mismos que utiliza en su ascenso, es decir en su etapa de sutilización, del más denso al mas sutíl y en ellos va dejando las vibraciones que le corresponden a cada plano..
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