CAPITULO DECIMO
A continuación nos explayaremos sobre la oración, principal medio de pedir ayuda a nuestros hermanos evolucionados.
La oración debería ser la llave del día y el cerrojo de la noche. THOMAS FULLER |
Dr. Alexis Carrel, celebre pensador y fisiólogo que fuera laureado con el Premio Nóbel de Medicina de 1912. (Extractos de su obra "La Oración").
“A nosotros -hombres de occidente- la razón nos parece muy superior a la intuición; preferimos grandemente la inteligencia al sentimiento. La ciencia irradia, al paso que la religión se extingue. Seguimos a Descartes y abandonamos a Pascal.”
“De este modo procuramos, en primer lugar, cultivar nuestra inteligencia. En cuanto a las actividades no intelectuales del espíritu, tales como el sentido moral, el sentido de lo bello y, sobre todo, el sentido de lo sagrado, son despreciados en forma casi completa.”
“La atrofia de estas actividades fundamentales convierte al hombre moderno en un ser completamente ciego, y esa enfermedad no le permite ser un buen elemento constitutivo de la sociedad. Y a la mala calidad del individuo debemos atribuir el desmoronamiento de nuestra civilización.”
“De hecho, lo espiritual se hace tan necesario para el éxito de la vida como lo intelectual y lo material. Por tanto, es urgente hacer renacer en nosotros mismos aquellas actividades mentales que, más que la inteligencia, dan fuerza a nuestra personalidad. Y la más ignorada de entre ellas es el sentido de lo sagrado, el sentimiento religioso.”
“El sentido de lo sagrado se expresa, sobre todo, por la oración. La oración, como el sentido de lo sagrado, es, evidentemente, un fenómeno espiritual. Pero, encontrándose el mundo espiritual fuera del campo de nuestras técnicas, ¿cómo debemos, entretanto, adquirir un conocimiento positivo de la oración?”
“Felizmente, el dominio de la Ciencia abarca la totalidad de lo que es observable y puede, por intermedio de la fisiología, extenderse hasta las manifestaciones de lo espiritual.”
“Así, es por la observación sistemática del hombre que reza, que nosotros podemos aprender en qué consiste el fenómeno de la oración, la técnica de su producción y sus efectos.”
“Definición de la oración: La oración parece ser, esencialmente, una tensión del espíritu hacia el "substractum" inmaterial del mundo. De una manera general consiste en una queja, un grito de angustia, un pedido de socorro, y a veces se convierte en una serena contemplación del Principio Inmanente y Trascendente de todas las cosas.”
“Podemos igualmente definirla como una elevación del alma hacia Dios o como un acto de amor y adoración para con Aquel a Quien se debe esta maravilla que se llama Vida.”
“De hecho, la oración representa el esfuerzo del hombre para comunicarse con un Ser invisible, Creador de todo lo que existe, Suprema Sabiduría, Fuerza y Belleza, Padre de todos y cada uno de nosotros.”
“Lejos de consistir en una simple recitación de fórmulas, la verdadera oración representa un estado místico en que la conciencia se absorbe en Dios.”
“Este estado no es de naturaleza intelectual, y por eso permanece inaccesible para los filósofos y los sabios; del mismo modo que el sentido de lo bello y del amor no exige ningún conocimiento libresco.”
“Las almas simples sienten a Dios tan naturalmente como sienten el calor del sol o el perfume de una flor; pero este Dios tan abordable para aquel que lo sabe amar, se oculta para el que no lo sabe comprender.”
“El pensamiento y la palabra se sienten impotentes para describirlo. Es por eso que la oración encuentra su más alta expresión en un arrobo de amor a través de la noche oscura de la inteligencia.”
“Cómo se debe orar: Aprendimos la técnica de la oración con los místicos cristianos.”
“Para alcanzar a Dios ya no hay necesidad de un ceremonial complejo, ni sacrificios sangrientos. La oración se hizo así fácil y su técnica simple.”
“Para orar basta solamente un esfuerzo para elevarnos hacia Dios; tal esfuerzo, sin embargo, debe ser afectivo y no intelectual. Sea corta o larga, sea vocal o apenas mental, la plegaria debe ser semejante a la conversación que un niño tiene con su padre.”
"Cada uno se presenta conforme es"; en suma, se ora como se ama: con todo nuestro ser.”
“En cuanto a la forma de la oración, varía desde la corta elevación hacia Dios, hasta la contemplación; desde las simples palabras pronunciadas por la campesina ante la cruz en un encuentro de caminos, hasta la magnificencia de un canto gregoriano bajo las bóvedas de una catedral. La solemnidad, la grandeza y la belleza no son necesarias para la eficacia de la oración, y tampoco hay necesidad de ser elocuente para ser atendido.”
“Cuando se estima el valor de la oración por sus resultados, nuestras más humildes palabras de súplica y de alabanza son tan aceptables al Señor de todos los seres como las más bellas invocaciones.”
“Y también se ora por medio de la acción; ya San Luis Gonzaga decía que el cumplimiento del deber es equivalente a la plegaria. La mejor manera de comunicarse con Dios es, indiscutiblemente, cumplir íntegramente Su Voluntad. "Padre nuestro: venga a nosotros Tu Reino, hágase Tu Voluntad así en la Tierra como en los Cielos...". Y hacer la Voluntad de Dios consiste, evidentemente, en obedecer las Leyes de la Vida, tal como Ellas se encuentran grabadas en nuestros tejidos, en nuestra sangre y en nuestro espíritu.”
“Las oraciones, que se elevan como una pesada nube de la superficie de la Tierra, difieren tanto unas de otras como difieren las personalidades de aquellos que rezan. Pero consisten en variaciones sobre estos dos temas: la amargura y el amor. Es enteramente justo implorar auxilio a Dios para obtener aquello de que tenemos necesidad, mientras que sería absurdo pedir la realización de un capricho, o pedir aquello que debemos procurarnos con nuestro esfuerzo.”
“El pedido persistente e intenso es bien atendido. Un ciego, sentado a la orilla del camino lanzaba sus súplicas cada vez más fuertes, a pesar de las personas que lo querían hacer callar. "Tu fe te curó", díjole Jesús que pasaba.”
“En su forma más elevada, la oración deja de ser una petición; el hombre declara, al Señor de todas las cosas, que le agradece Sus favores y que está dispuesto a realizar Su Voluntad, sea ella cual fuere. La plegaria se convierte, así, en contemplación.”
“Un viejo campesino estaba sentado solo en el último banco de una iglesia vacía.¿Qué esperas?, preguntáronle. "Lo contemplo a El"- respondió el hombre- y "El me contempla a mí".”.
“El valor de una técnica se estima por sus resultados. Toda técnica de oración es buena cuando pone al hombre en contacto con Dios.”
“Donde y cuando se debe orar. Puede orarse en todas partes: en la calle, en un automóvil, en un vagón, en el escritorio, en la escuela, en la oficina. Pero se reza mejor en los campos, en las montañas, en los bosques, junto al mar o en la soledad del cuarto.”
“También están las oraciones litúrgicas que se hacen en la iglesia, pero, cualquiera sea el lugar de la oración, Dios no habla al hombre si éste no se mantiene en estado de calma. La calma interior depende, al mismo tiempo, de nuestro estado orgánico y mental y del medio en que nos encontramos sumergidos; pero la paz del cuerpo y del espíritu es difícil de conseguir en medio de la confusión, el barullo y la dispersión de las ciudades modernas. Sólo haciéndose un hábito de orar, la oración actúa sobre el carácter; por lo tanto, es preciso orar frecuentemente. "Piensa en Dios más veces que las que respiras", decía Epícteto.”
“Es absurdo que oremos por la mañana y que en el resto del día nos comportemos como bárbaros. Pensamientos cortos o invocaciones mentales pueden mantener al hombre en presencia de Dios; entonces, toda nuestra manera de proceder será inspirada por la oración.”
“Así comprendida, la plegaria se convierte en una manera de vivir.”
“Efectos de la oración: Cuando ha sido hecha en condiciones convenientes, la oración es siempre seguida por un resultado, "Nunca hombre alguno oró sin aprender alguna cosa" escribió Ralph Waldo Emerson. Entretanto el rezar es considerado, por los hombres modernos, como un hábito caído en desuso, una superstición o un resto de barbarie. Por eso ignoramos casi completamente sus efectos.”
“¿Cuáles son, de hecho, las causas de esa ignorancia? En primer lugar, el poco uso de la oración. El sentido de lo sagrado está a punto de desaparecer entre los civilizados.”
“Además, la oración es muchas veces estéril, puesto que muchos de los que oran son egoístas, orgullosos, incapaces de fe y de amor. La respuesta a nuestros pedidos y a nuestro Amor es dada usualmente, en forma lenta, insensible e inaudible. Los observadores quedan a menudo desorientados por el hecho de que la respuesta está en muchos casos, lejos de ser aquella que se esperaba. Así, aquel que pide la cura de una enfermedad orgánica continúa enfermo, pero sufre una profunda e inexplicable transformación moral.”
“Efectos psico-fisiológicos: La oración actúa sobre el espíritu y sobre el cuerpo en una forma que parece depender de su calidad, de su intensidad y de su frecuencia. Es fácil conocer cuál es la frecuencia de la oración y, en una cierta medida, su intensidad; en cuanto a la calidad, se mantiene desconocida, pues no poseemos medios para medir la fe y la capacidad de amor de los demás. Cuando la oración es habitual y verdaderamente fervorosa, su influencia se hace más manifiesta y podemos compararla a la de una glándula de secreción interna, como, por ejemplo, la tiroides o la suprarrenal. Consiste en una especie de transformación mental y orgánica que se opera en una forma progresiva.”
“Diríase que en lo más profundo de la conciencia se enciende una llama. El hombre se ve tal cual es, pone en descubierto su egoísmo, su codicia, sus juicios equivocados y su orgullo. Y entonces se sujeta al cumplimiento del deber moral, procurando adquirir la humildad intelectual. Así se abre ante él el reino de la Gracia. Poco a poco va produciéndose en él un apaciguamiento interior, una armonía de actividades nerviosas y morales, una mayor resignación ante la pobreza, la calumnia y las penurias, y mayor capacidad para soportar, sin desfallecimiento, la pérdida de los suyos, el dolor, la enfermedad. y la "muerte". Por tal motivo, el médico que ve rezar a su paciente debe regocijarse por eso, pues la calma proveniente de la oración es una poderosa ayuda para la terapéutica.”
“Sin embargo, no debemos considerar a la oración como semejante a la morfina, dado que la plegaria origina al mismo tiempo que la calma, una integración de las actividades mentales y una especie de floración de la personalidad. A veces produce aun el heroísmo y marca a sus fieles con un sello particular. La pureza de la mirada, la tranquilidad del porte, la alegría serena de la expresión, la virilidad de la conducta y, si fuera necesario, la sencilla aceptación de la "muerte" -del soldado o del mártir- traducen la presencia del tesoro que se oculta en lo íntimo de los órganos y del espíritu.”
“La oración, según parece, eleva a los hombres por encima de la estatura mental que les corresponde de acuerdo con su herencia y su educación. Este "contacto" con Dios los impregna de paz, y la paz irradia de ellos, y llevan la paz a todas partes adonde vayan.”
“Efectos curativos: Son los efectos curativos de la oración los que -en todos los tiempos- han despertado principalmente la atención de los hombres. Aún hoy, en los medios en que se reza es corriente oír hablar de las curas obtenidas gracias a súplicas dirigidas a Dios y a los santos, aunque, cuando se trata de dolencias susceptibles de curarse espontáneamente o con ayuda de medicamentos vulgares, es difícil saber cuál fue el verdadero agente de la cura. Solamente en los casos en que la terapéutica es inaplicable o en que la misma no produce efecto, los resultados de la oración pueden ser verificados en forma segura. La repartición médica de Lourdes ha prestado un gran servicio a la ciencia, demostrando la realidad de esas curas”
“La oración tiene, a veces, un efecto que podríamos llamar explosivo. Hay enfermos que han sido curados casi instantáneamente de afecciones tales como lupus facial, cáncer, infecciones renales, tuberculosis pulmonar, tuberculosis ósea, tuberculosis peritoneal, etc. El fenómeno se produce casi siempre de la misma manera: un gran dolor y, enseguida, la percepción de estar curado. En algunos segundos o, cuando mucho, en algunas horas, los síntomas desaparecen y las lesiones orgánicas cicatrizan”
“E1 "milagro" se caracteriza por una extraña aceleración de los procesos normales de cura, y tal aceleración nunca fue observada, hasta el presente, en el transcurso de experiencias hechas por cirujanos y fisiólogos. Para que estos fenómenos se produzcan no es necesario que el enfermo ore, pues en Lourdes han sido curadas criaturas que aún no hablaban y, también, personas incrédulas. Alguien, entretanto, oraba cerca de ellas. La oración hecha por otro es siempre más fecunda que la hecha por la propia persona interesada en recibir los beneficios. De la intensidad y calidad de la plegaria parece depender su efecto.”
“Tales son los resultados de la oración de que yo tengo conocimiento cierto. Lo que sabemos ya en forma segura es que la oración produce efectos palpables. Por muy extraño que esto pueda parecer, debemos considerar como real que quien pide recibe y que siempre se "abre la puerta" a quien "golpea".”
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Cuando la palabra queda sin poder, nuestro ejemplo sin autoridad, nuestra ternura sin penetración, podemos urdir todavía en favor de las almas la misteriosa conspiración de la oración y obtener aquello que nuestro empeño no pudo lograr. MONSEÑOR GIBIER |
Es preferible rezar con el corazón sin encontrar palabras, que hallar las palabras sin la adhesión del corazón. MAHATMA GANDHI |
No solo recibimos fuerzas o vibraciones orando, sino que también atraemos fuerzas o vibraciones con nuestro accionar, con nuestros sentimientos y nuestros pensamientos.
En nuestro mundo, por falta del verdadero conocimiento espiritual necesario, atraemos constantemente fuerzas negativas mediante los pensamientos y deseos de mal, odios, rencores, celos, envidias, egoísmos, engaños, dudas, temores, ambiciones y esas fuerzas o vibraciones negativas presionan y penetran en nuestro ser, perjudicándonos espiritual y físicamente, llegando a veces a conformar enfermedades, que no es fácil remediar por medios físicos únicamente ni tampoco por medios espirituales solamente, pues la materia puede ya estar tan perjudicada que necesite asistencia médica para su restablecimiento; pero si la atención y la mejoría son sólo físicas y no se remedia la parte espiritual, o sea la causa, la materia volverá a enfermarse.
Es necesario tener en cuenta que si nuestra fe flaquea y damos entrada a la vibración negativa de la duda, no nos es posible atraer las fuerzas positivas y, por lo tanto, nunca llegaremos a sentir sus efectos en nosotros ni a comprobarlos en aquellos para los cuales oramos.
Es necesario que al iniciarnos en un verdadero camino espiritual sepamos que las fuerzas negativas tratarán mientras les sea posible, de impedir nuestro acercamiento a las personas y lugares donde podamos recibir las fuerzas positivas que nos ayuden en lo pedido; en consecuencia ponen, en un principio, inconvenientes físicos y espirituales, llegando a conformar en nuestra propia mente pensamientos de duda y de rechazo, que si no estamos advertidos podríamos aceptar como nuestros, para alejarnos del maravilloso Camino de la Verdad.
Cuando nos asalte un pensamiento negativo debemos analizar si realmente es nuestro, es decir, si somos capaces de pensar de esa manera: caso contrario debemos desecharlo, pues no es más que vibraciones negativas que pretenden infiltrarse.
Desde el ámbito espiritual llamamos Plano Espiritual al aspecto que abarca una gama determinada de puntos evolutivos distintos, desde el más inferior hasta el más desarrollado dentro de esa gama.
Decimos que hay una escala ascendente o descendente, según de donde partamos.
Escala ascendente significa que el mayor punto evolutivo contenido en un plano espiritual es inmediato inferior al punto evolutivo inicial del plano siguiente y así hasta llegar a planos divinos. Es decir que el máximo punto de un plano es inferior al mínimo punto del plano siguiente y así sucesivamente.
Los Planos Divinos a su vez abarcan todos los puntos evolutivos correspondientes a la etapa de "divinización". Recordemos que los espíritus que llegan a planos divinos inician la etapa de divinización que es la última etapa.
Los Planos Físicos invisibles abarcan, cada uno de ellos, una gama de vibraciones, de las más densa a la más sutil, pero de la misma tónica vibratoria, de la misma calidad vibratoria.
El Plano Mental abarca una gama de vibraciones mentales.
El Plano Emocional-Sensorial abarca una gama de vibraciones emocionales y sensoriales.
El Plano de la Voluntad abarca una gama de vibraciones de voluntad.
Estas vibraciones, mentales, emocionales-sensoriales y de voluntad tienen distinta calidad y distinta frecuencia vibratoria, por eso cada una de ellas conforma un plano distinto.
Además las separa el grado de sutileza de cada una, que a su vez determina una jerarquía de acción, pues como hemos estudiado, a mayor sutileza mayor poder de acción, mayor fuerza.
Para aclarar más este tema diremos que la más sutil de las vibraciones emocionales-sensoriales está por debajo de la vibración mental más densa; la más sutil de las vibraciones mentales está por debajo de la vibración de voluntad más densa.
Como resultado vemos claramente que la vibración de voluntad tiene jerarquía sobre la mental. La vibración mental a su vez tiene jerarquía sobre la emocional-sensorial.
No obstante estas jerarquías se ven disminuidas y hasta trastrocadas en lo humano por cuanto al poner en acción nuestro libre albedrío damos mayor preponderancia a una sobre otra, mayor preponderancia a lo emocional, dejándonos arrastrar por los aspectos del amor propio tan negativo en nosotros, que hemos tratado tan exhaustivamente en estás páginas.
De los mencionados planos físicos invisibles toma el espíritu las vibraciones necesarias para conformar sus cuerpos físicos invisibles; el mental humano, el emocional-sensorial o alma humana y el de la voluntad humana. Estos planos abarcan toda la gama de vibraciones que necesitan los espíritus encarnantes o proyección espiritual, de acuerdo a su punto evolutivo, sea cual fuere que tenga.
Por supuesto esa gama tiene un máximo y un mínimo, por eso cuando tiene que encarnar un ser divinizado, adapta su vibración disminuyéndola de acuerdo a lo que el plano de encarnación le permite, es decir que la proyección es lo suficientemente pequeña para que su poder vibratorio sea contenido por el plano.
Si quisiera encarnar con todo su poder la materia a tomar sería destruida, no soportaría la frecuencia vibratoria de ese ser.
Esto es fácil de entender a través de la observación de nuestro medio: si aplicamos una mayor energía que la soportada por cualquier elemento ese se destruye.
Por ejemplo: si un aparato está diseñado para una corriente eléctrica de 110V. y le aplicamos 220 V, se funde. Si un globo soporta una presión interna de 3 atmósferas y le aplicamos 6 atmósferas estalla.
Por eso es que de esos seres divinizados encarna una pequeñísima proyección de su espíritu, de su esencia, siempre de acuerdo a lo que soporta el plano de encarnación.
Todos los planos mencionados son universales, es decir que están presentes en todo el universo.
El plano físico al cual pertenece nuestro planeta abarca en todo el universo, los mundos, galaxias y sistemas que se encuentran dentro de los límites vibratorios del mismo, aún mucho más allá de lo que podemos percibir por nuestros medios físicos y tecnológicos.
En este mismo plano hay otros planetas en punto evolutivo inferior al nuestro, en punto evolutivo superior, más sutiles, y en igual punto evolutivo, donde también se hacen experiencias.
Si evolucionamos y progresamos sin transgredir la ley, es decir que actuamos de acuerdo a la verdadera conciencia, de acuerdo al valor espiritual como semilla nacida de Dios, hacemos experiencias en otros mundos, en nuestro mismo punto evolutivo, sin experiencias dolorosas pero con las mismas necesidades. Las necesidades de superación son las mismas o similares para cada ser en todo el universo, pero tenemos nuestro libre albedrío de generar o no experiencias dolorosas.
De ser así no encarnaríamos en este mundo pues al no tener deudas en este sitio no sería necesario, con lo cual solo encarnaríamos con finalidad de ayuda espiritual, con una tarea espiritual determinada.
Cada uno de nosotros debe volver a transformar las vibraciones de sus propios errores en el lugar del universo en que se hallan cometido o en lugares totalmente similares si el lugar original ya no estuviera disponible. Cuando decimos que no está disponible, debemos pensar que ese lugar puede haber evolucionado, por ley, y estar fuera del alcance de nuestro punto evolutivo por lo tanto utilizaremos otro lugar de similares características pues todos los hechos son siempre equivalentes; esa es la justicia divina.
Aunque las experiencias puedan ser muy distintas por los medios físicos que presentan, no dejan de ser, por justicia divina, equivalentes a las nuestras.
Por ley de experiencia todas las semillas divinas deben realizar la misma elíptica con sus etapas de densificación y sutilización, cualquiera sea la parte del universo en donde le corresponda actuar, hasta llegar a la "divinización".
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